miércoles, 14 de septiembre de 2016

SEPTIEMBRE 1907

Autor: Liberta (seudónimo)
PERSONAJES
CHEPA, 30 AÑOS
SATURNINA, 23 AÑOS
MIGUEL, 17 AÑOS

Buenos Aires, septiembre de 1907. Conventillo “Los Cuatro Diques”. Pieza del inquilinato: un pedazo de tela raído, a modo de cortina, separa un sector. Hay muchos trastos, jergones, libros, diarios, cajones, sillas, varias escobas y palos cruzados como fusiles. Una enorme olla con agua se calienta encima de un brasero. Chepa va y viene, dictando a Saturnina.

CHEPA “Oriental albañil”, 0,20 centavos; “Barítono” 0,30; “Un sastre explotado”, 0,20.
SATURNINA Espere, Chepa, no puedo tan rápido.
CHEPA Hala, que el tiempo apremia. Pueden traer noticias en cualquier momento.
SATURNINA ¿Cuánto el sastre?
CHEPA 0,20. “Uno que se quedó con las ganas”, 0,90 centavos; “Venga pronto la anarquía” 0,50; “Una que capó un fraile”, 0,60…
SATURNINA ¡Madonna mía! ¡Qué nombre!
CHEPA ¿Y éste? “El que roba por hábito es un burgués al menudeo”. ¡Píllate esa mosca por el rabo!
SATURNINA ¿Por qué no dice, Chepa, que se pongan un nombre breve?
CHEPA Todo le tengo aquí, en la sesera. Y la cantidad exacta.
SATURNINA Guido ponía “Hacha e veneno”.
CHEPA ¿Otra vez con Guido? No le traigas. Escribe.
SATURNINA ¡No me da la mano! Hace poco que aprendí.
CHEPA Por eso mismo. Debes practicar, Saturnina.
SATURNINA Escriba usted.
CHEPA Eres una holgazana.
SATURNINA Estoy cansada, llegué recién de la fábrica.
CHEPA ¡La fábrica, la fábrica! ¡Y sí! Ahí morirás. ¿O acaso piensas casarte con el casero, por ejemplo?
SATURNINA ¡Ni Dios permita! Mala pécora.
CHEPA Deja ya de amolar con Dios, la virgen y la fábrica.
SATURNINA Usted porque no tiene que ir.
CHEPA Llevas razón. Que yo me recuerdo todos los días a las nueve y me traen leche con miel a la cama. ¡Eres una burra! ¡Acémila!
SATURNINA ¡Chepa!
CHEPA Piensas que por lavar la roña de los ricos yo me la paso de jarana. ¿No conoces acaso la vida que llevo? ¡A ver si tú podrías cargar las sábanas de los Holterhoff hasta el arroyo del Piojo! ¡Y con un crío al pecho!
SATURNINA Cálmese, Chepa. No haga tanto escándalo que va a llamar la atención.
CHEPA ¡Es que tú me cargas con tanta bobería, zonza!
SATURNINA Tranquila: me castiga, má sotto voce.
CHEPA Te he gritado otra vez, ¿verdad?
SATURNINA Eh, sí, Chepa. Siempre grita.
CHEPA Es la espera… me altera esta vigilia. Disculpa. Se sienta, respira profundo y se toma un pecho Ya empiezan a doler… Pásame el papel.

Saturnina se levanta, acomoda su ropa y se acerca con el papel. Chepa olfatea el aire.

CHEPA ¿Qué es eso?
SATURNINA ¿Qué sucede, Chepa?
CHEPA Ese olor… no te muevas. Muévete. No te muevas. Muévete. Saturnina sigue las indicaciones. Le traes tú. Olor a sebo.
SATURNINA Se huele. Io non siento niente.
CHEPA Llevas olor a fabriquera de vela.
SATURNINA Eh, si usted trabajara en la velería…Usted me lo dice porque friega. Vaya al pilón a ver si tiene sitio para lavarse ¡cuando las ratas no le comieron el jabón!
CHEPA Pobre Guido. ¡Con ese aroma!
SATURNINA Eh… ¿por qué me lo trae al Guido? ¡Después me pide que no hable de él!
CHEPA ¡Pues vaya! Si le deportaron, no puedes seguir pendiente. Vive ahora. Vive ahora como te gustaría vivir en el futuro.
SATURNINA Llora ¡Guido, Guido!
CHEPA Ah, maldita la hora. No llores, Saturnina, no llores. Guido estará bien.
SATURNINA Quiero volverme a Bioglio… Marieta se volvió.
CHEPA También la deportaron.
SATURNINA No, qué sabe.
CHEPA La deportaron. Y antes la llevaron presa y la vejaron como se les dio la puñetera gana. ¿Tú quieres eso?
SATURNINA No, no me diga, que me da miedo.
CHEPA ¡Pues me importa tres cojones! ¡Lucha, cobarde, y termina con esa mariconería!
SATURNINA No grite, Chepa, tranquila, van a llamar a los bomberos.
CHEPA Que tiren agua helada. Tengo el cuero duro. ¡Venid, venid, cabrones! ¡Tirad, cangrejos! ¡Aquí les esperamos, escoba en mano y con el agua hirviente!
SATURNINA Chepa, cálmese. Va a precipitar el desalojo.
CHEPA ¡Viva la anarquía! ¡Muera la explotación!
SATURNINA Aguante, que el agua no hirvió todavía… ¡cállese, Dio benedetto!
CHEPA ¡Qué Dios ni qué ocho cuartos! ¡Hala, tú también grita conmigo!
SATURNINA Chepa…
CHEPA ¡Di lo que has aprendido! ¡Hazlo!
SATURNINA Tímidamente ¡Viva la nostra emancipazione! ¡Viva la anarchia!
CHEPA ¿Y luego?
SATURNINA Pero yo…
CHEPA ¡Dilo! Se toma un pecho ¡Ay!
SATURNINA En voz queda ¡Viva la unione libera!
CHEPA ¡Y viva el amor libre!
SATURNINA Chepa, usted sabe que Guido…
CHEPA Le conozco bien. Le escuché decir Lo imita “…Todas no pueden ser Luisa Michel o Emma Goldman…” Que te has buscado un compañero miserable, y encima penas por él. ¡Vergüenza de anarquista es! ¡Macaneador!
SATURNINA No debe hablar así. Poveretto…
CHEPA Pobre de ti. ¡Doblemente explotada, por ser obrera y ser mujer!
SATURNINA Chepa, escuche.
CHEPA No, tú debes escucharme a mí.
SATURNINA Chepa, afuera…
CHEPA Es hora de que dejes volar esos pájaros que tienes en la cabeza…
SATURNINA Chepa.
CHEPA … y unirte a otro compañero que no quiera ser un zar.
SATURNINA ¡Chepa, cállese, Madonna santa! ¡En la galería!

Se acercan a la puerta y hablan en voz baja.

CHEPA Huele. Hay aroma a albahaca y ajo.
SATURNINA ¿Habrán mandado a las hijas de Karim?
CHEPA No, que están en La Boca, a los escobazos. Aléjate, que me interfieres con tu olor a sebo. Sigue oliendo Calabaza y pepinillos… patatas, pimiento calahorra.
SATURNINA Peperone... no siga, me da hambre. ¿Qué sucede?
CHEPA Mandarina. Naranjas.
SATURNINA Basta ya, Chepa. Me hace mal.
CHEPA ¡Atención! Coge la escoba.

Al retirar una tira todo.

CHEPA En voz baja ¡Mastuerza!

Golpean la puerta de la habitación. Sobresalto. Chepa le hace señas a Saturnina, para que se ubique al costado, escoba en alto.

CHEPA Cambiando la voz ¿Quién es?
MIGUEL Desde afuera, apagado El verdulero.
CHEPA ¿Cómo?
MIGUEL ¡Verdura!
CHEPA A Saturnina ¿Es el santo y seña?
SATURNINA Io non só.
CHEPA ¡Saturnina, me cago en la leche! ¿No te han dicho la contraseña?
SATURNINA Avergonzada Me olvidé de preguntar.
CHEPA ¿Que no has preguntado? ¡Infeliz! ¡Pero quién me ha mandado tenerte aquí!

Golpean otra vez.

MIGUEL Apuren, no tengo tiempo.
CHEPA A Saturnina No parece la voz de una mozuela. ¿Qué hacemos? ¿Y si nos han tendido una trampa?
SATURNINA Llora. Perdone, Chepa.
CHEPA ¡A mí no te disculpas! A todo el inquilinato, so bestia. ¿Pero es que no tienes conciencia? Hacia fuera ¡Repite!
MIGUEL ¡Verdura! No me haga gritar…
SATURNINA Guarda, ¡qua voce! ¡Barítono!
CHEPA A Saturnina ¡Chitón! Hacia afuera ¿Quién te manda?
MIGUEL ¿A qué tanta vuelta?
CHEPA ¿Quién? Dilo ya.
MIGUEL Simón.
CHEPA A Saturnina, tomándose un pecho ¿Quién es ese tío?
SATURNINA El ruso joven, el delegado.
CHEPA ¿Eh?
SATURNINA El que hace juguetes a los bambinos.
CHEPA Mmmm… Hacia afuera ¿Cuál es tu gracia?
MIGUEL Miguel.
CHEPA ¿Cuál Miguel?
MIGUEL Miguel Pepe, ¿me abren o no?
SATURNINA Riendo Pepe… pimienta…
CHEPA ¡Shhhh! Hace una señal a Saturnina para que lo derribe con la escoba. Hacia afuera De inmediato. A Saturnina, le pasa el papel. Ante la duda, trágate esto.

Saturnina intenta metérselo en la boca y desiste, lo guarda entre sus pechos. Chepa abre la puerta, entra Miguel con un canasto de verdura, vestido con remera rayada y saco de hombre. Saturnina le asesta un golpe y Chepa le hace una zancadilla.

MIGUEL Desde el piso ¿Qué hacen?
CHEPA Ahora veremos quién es quién.
SATURNINA Es un ragazzo, Chepa… Guarda.
CHEPA Má qué ragazzo. Éste gasta bigotes.
MIGUEL Vengo de parte de Simón, del delegado.
CHEPA Y yo de parte de Ravachol. ¡A otro perro con ese hueso!
SATURNINA Chepa, mire que…
CHEPA Cierra la boca, tontuela. Ya demasiado daño hiciste. ¿No ves que iban a mandar a una niña?
MIGUEL Vine yo, mi hermanita está enferma.
CHEPA Pues no te creo. ¿Quién te ha mandado a espiar?
MIGUEL No espío, traigo noticias de los conventillos, y de su niña.
CHEPA Sin escucharlo Mira, cochino, que se te ve la traza de vámpiro. Saturnina, átale y amordázale.
SATURNINA ¿Qué?
CHEPA Lo has escuchado. Amordázale, mientras yo le lío con este soguín.
MIGUEL Esperen, compañeras. Es un error. Simón…
CHEPA ¡Cállate!
MIGUEL ¡Vengo de la manifestación!
CHEPA A Saturnina Tú, rápido, ponle una mordaza.

Saturnina lo amordaza con un trapo y Chepa lo ata, lo sientan en una silla.

CHEPA Ya verás cómo llega la emisaria en un retintín.
SATURNINA ¿Está segura? Mire que me parece cara conocida.
CHEPA Sí… le falta el uniforme azul. Trae olor a bosta de los cosacos.
SATURNINA ¿No volvió nadie de la manifestación?
CHEPA Todo está en silencio. No parece el mismo convento.
SATURNINA ¿Qué hacemos?
CHEPA Esperar.

Saturnina y Chepa se sientan, vigilan a Miguel, que asustado, no mueve más que los ojos. Los ojos de Chepa empiezan a viajar entre Miguel, Saturnina y la canasta. Le duelen cada vez más los pechos. Huele embelesada el olor de la verdura que flota en al aire.

CHEPA Hay rábanos, también…
SATURNINA ¿Cosa dice, Chepa?
CHEPA … y berenjenas.

Miguel mira fijamente a Saturnina. Ella lo nota y empieza a incomodarse.

CHEPA ¿El agua ha hervido?
SATURNINA Falta poco.
CHEPA Es el momento de echarle un puñado de sal.
SATURNINA Pero así va a hervir más tarde…
CHEPA Le echa un puñado No importa, la sal les producirá un mayor escozor.

Miguel hace señas disimuladamente a Saturnina, cabecea y levanta las cejas hacia los pechos de ella y de Chepa.

CHEPA Mira la olla fijamente. Qué desperdicio… echársela por el lomo a estos miserables puercos. Decidida, se acerca a la canasta A ver, ¿qué tenemos por aquí? Te sacaremos provecho, soplón del casero. ¡Dile que le expropiamos la verdura y que si se molesta, le quitaremos además los calzones! ¡Habrá un cocido en Los Cuatro Diques! Saca verdura y la va echando a la olla.
SATURNINA Chepa, todavía no vino la mensajera. No será que este ragazzo…
CHEPA Una buena caldereta, como la hacía mi madre.
SATURNINA Me parece que quiere decir algo.
CHEPA Si le dejas hablar, te convencerá. Eres inocente, Saturnina. Trae ese puerro, hazme el favor.
SATURNINA ¿Inocente, yo? Usted es una empecinada, ¿no le ve los ojos de sufrimiento, poveretto?
CHEPA Tú me harás caso de ahora en adelante, bestezuela. Has hecho peligrar el inquilinato por no saber la contraseña. ¡Y agradece que no sospecho que tú eres otra soplona! Ay…
SATURNINA Chepa, ¿se siente bien?
CHEPA Se toma los pechos Me duelen. Todavía no han traído a mi niña y siento que me explotan.
SATURNINA Siéntese, haga el favor.
CHEPA No, ayúdame con el caldo. Van a la canasta, le da dos naranjas. Toma, para ti.
SATURNINA Mmm, qué perfume…
CHEPA Ponlas en tu escote, así te sacas ese olor y te quedan grandes como las mías. Le mete las naranjas en el corpiño.
SATURNINA Chepa, el bambino...
CHEPA ¡Que mire, no le cobraremos por ello! Y no es un niño. Mira qué brazos tiene.
SATURNINA Déjelo, por piedad. Le da vergüenza.
CHEPA Es fuerte. Ya debe trabajar duro. Le aprieta un brazo Si no fuera un soplón…
SATURNINA No sabe, Chepa, no sabe si lo es.
CHEPA Hay olor a perros en el aire… Me preocupa tanta calma.

Saturnina se saca las naranjas y se frota con ellas los brazos, las huele. Se escucha un rumor de pasos y voces lejanas.

SATURNINA Escuche, ¿no están llegando?
CHEPA Alguien viene.
SATURNINA Es la voz de María la China.
CHEPA Ni que lo digas. ¡Grita como si estuviera vendiendo el diario! Voy hasta el patio a por noticias.
SATURNINA Pregúntele por este ragazzo.
CHEPA Vigílale, Saturnina. No le quites los ojos de encima. Si se mueve, le aplicas un pescozón. A Miguel ¡Guapo! Por Saturnina Mira qué maja te pierdes por ser esbirro del burgués… Por el dolor de los pechos Ay…

Sale Chepa. Saturnina revuelve el caldo, mientras mira a Miguel. Cree que le dice algo de las naranjas en su escote, y empieza a coquetearle.

SATURNINA ¿Quiere hablar?

Miguel dice que sí con la cabeza.

SATURNINA ¿Qué? Me quedaban bonitas, ¿certo? Vuelve a ponerse las naranjas Guarda que si se entera Chepa…

Miguel dice que no con la cabeza.

SATURNINA ¿Quiere que le saque la mordaza? Debe prometerme que no le contará nada.

Miguel dice que sí con la cabeza.

SATURNINA Rápido, ¿eh? Sólo un bacio… Que Chepa va a volver… Se inclina sobre él para sacarle la mordaza y recuerda el papel que guardó en su pecho. Ah… ¡maledetto! Quiere el papel de las colaboraciones. ¿Certo? Y yo que pensaba… ¡Io non trovo altro che inganno!

Miguel dice que no con la cabeza.

SATURNINA ¿Entonces? ¿Qué pretende, jugar conmigo? Se aprovecha porque soy sola. Disgraziatto…

Entre Chepa como un huracán.

SATURNINA Chepa, Madonna santa… ¿qué sucede?
CHEPA Ay… Tomándose los pechos. Desátale, Saturnina.
SATURNINA ¿Cómo?

Miguel se sacude en la silla, con desesperación.

CHEPA Sí, que era verdad.
SATURNINA Chepa, ¿le dije o no le dije? ¡Testaruda!
CHEPA ¡Date prisa, atolondrada, que algo tiene para decir de mi niña!
SATURNINA ¡Momentito! ¿Es que nunca va a tener en cuenta lo que digo?
CHEPA Ya, Saturnina, llevas razón. ¡Desátale!
SATURNINA No me dé la razón como a los locos. Discúlpese, tan siquiera.
CHEPA No te aproveches de mis dolores.
SATURNINA Usted se aprovecha de mí… ¡me maltrata!
CHEPA Excúsame, pero ya no soporto más. Los tengo como dos piedras. Cuando traigan a mi niña, te trataré mejor.
SATURNINA Sacándose las naranjas y esgrimiéndolas progresivamente No quiero esperar. No quiero esperar todo. ¡No quiero esperar siempre!
CHEPA Saturnina… ¡te desconozco! Tienes llamas en los ojos. Perdóname, te lo ruego.

Saturnina deja las naranjas, le saca la mordaza y desata a Miguel.

MIGUEL ¿Están locas? ¡Me han hecho perder el tiempo!
CHEPA Vencida por el dolor de los pechos Perdona, chaval…
SATURNINA A Chepa ¿Qué dicen en el patio?
CHEPA Dile tú, por favor.
MIGUEL Que no han aceptado el pedido de rebaja. Hay que poner en marcha el boicot.
SATURNINA ¡Se rieron en nuestra cara!
MIGUEL Se vienen los judiciales con la orden de desalojo, la policía y los bomberos.
SATURNINA ¿Ahora mismo? Madonna…
CHEPA A Saturnina ¡Deja ya a todos los santos!
MIGUEL A Chepa ¡No la moleste más! ¡Pedazo de bruta!
SATURNINA Eh, más respeto. ¿No ve cómo se siente? Ya pidió disculpas.
CHEPA A Miguel ¿Dónde está mi niña?
MIGUEL En el convento, con las planchadoras. No pueden salir… está rodeado a estas horas.
CHEPA Maldita sea…
MIGUEL La niña estará bien. La cuidarán.

Chepa se levanta, doblada, se dirige hacia una palangana, moja un trapo y trata de calmar su dolor.

SATURNINA ¿Qué me hacía tanta seña, usted? ¿No sabe que puede confundir?
MIGUEL ¿Cómo quería que le avisara del… pecho? ¡Estaba con un trapo en la boca!
SATURNINA Eh… ¡no sé! Pero si me mira por acá y levanta la ceja así…
MIGUEL No lo hice a propósito.
SATURNINA Me hizo entrar como un caballo. Soy una mujer sola.
MIGUEL Yo le haría compañía… si usted quisiera.
SATURNINA Coqueta Eh… usted es demasiado jovenito. ¿No le parece? Sobresaltada ¿Qué fue ese ruido?
MIGUEL Avergonzado Mis tripas.
SATURNINA ¡Qué concerto, mamma mia!
MIGUEL Parece el Teatro alla Scala....
SATURNINA ¡El Coliseo Argentino!
MIGUEL ¿Ha estado? ¿Conoce?
SATURNINA Me colé al gallinero…
MIGUEL ¿Le gusta la ópera?
SATURNINA Sin duda.
MIGUEL Disfrutando ¡Ah! Yo me pongo de espaldas, para apreciar la música.
SATURNINA Era usted… por eso me parecía conocido… ¡era usted!
MIGUEL ¡Cendrillon! Fue hace tres días.
SATURNINA ¿Canta? Tiene voz de barítono…
MIGUEL De figurante, una vez, en el Coro de Esclavos. Canta Va pensiero, sull'ali dorate…

Saturnina lo sigue. Ambos empiezan a transportarse con el recuerdo y la música.

SATURNINA va, ti posa sui clivi, sui colli,
SATURNINA y MIGUEL ove olezzano tepide e molli /l'aure dolci del suolo natal!/Del Giordano le rive saluta, /di Sionne le torri atterrate.../Oh mia patria sì bella e perduta!/Oh membranza sì cara e fatal!/Arpa d'or dei fatidici vati,/perché muta dal salice pendi? /Le memorie nel petto raccendi, /ci favella del tempo che fu! /O simile di Sòlima ai fati /traggi un suono di crudo lamento, /o t'ispiri il Signore un concento/che ne infonda al patire virtù./che ne infonda al patire virtu /che ne infonda al patire virtu/al patire virtu!

CHEPA En off, los chista Eh, ¿se olvidaron de la huelga?

Miguel se toma el estómago con una mueca de dolor.

SATURNINA ¡Otra vez ese ruido! ¡Poveretto! ¿Desde cuándo no le echa algo? ¿De la función?
MIGUEL Desde ayer… ¡Y ustedes nos han dejado sin verdura!
CHEPA Volviendo Prepárale, Saturnina, en un cazo. ¡Se la llevarás cocida a tus hermanas! Ven, chaval, hazme un favor. Ven que te daré algo para ti. En compensación por lo que te he hecho pasar.

Lo lleva tras la cortina. Mientras, Saturnina toma un recipiente y echa verdura que saca de la olla. Escucha con mucha atención las voces y los murmullos de Chepa y Miguel. Toma las naranjas y juega con ellas.

CHEPA Mira esto.
MIGUEL Pero… ¿qué hace?
CHEPA Por favor, te lo pido.
MIGUEL Cúbrase, no me muestre…
CHEPA ¡Me urge! Toma.
MIGUEL Está su compañera ahí.
CHEPA Lo sé. No pienses en ello. Tómame.
MIGUEL Recién me pareció que yo le importaba…
CHEPA Lo interrumpe Es como cargar dos cascotes, tócalas, toca a ver cómo las tengo.
MIGUEL ¡No quiero! Suélteme la mano.
CHEPA Mírame a los ojos. Escucha lo que te voy a decir.
MIGUEL No quisiera que Saturnina piense mal de mí…
CHEPA Es una buena mujer. Nunca pensará mal.
MIGUEL No, no lo entendería.
CHEPA Comprenderá. De verdad, comprenderá. ¿Tienes hambre?
MIGUEL No.
CHEPA Mentira, lo dijiste recién.
MIGUEL No quiero, no.
CHEPA Escucho cómo gritan tus tripas.
MIGUEL …
CHEPA Desde ayer que no comes. Así tus hermanas tendrán más para ellas. Por favor… Es leche, es buena. Piensa en las niñas.
MIGUEL No.
CHEPA Compañero… Míralas. Te estoy pidiendo ayuda.
MIGUEL Bueno, está bien. Pero poco.
CHEPA ¡Gracias! Te hará crecer todavía más. Deja que me siente. Coge el pezón y bebe, despacio al principio o me harás doler. Así. Ah, sí, sí… Ya puedes hacerlo más fuerte. Hazlo, sigue, no te detengas. Ten cuidado con tus dientes… Ayúdate con la lengua. Un poco más, más… Ya casi se vacía, con esas quijadas que tienes… Ahora sí, ya me siento mejor. Ven a la otra, no me rechaces, chaval… A ti también te hará bien. Mi niña, pobrecita mi niña…
MIGUEL Hay un ama de leche, allá. Ella le dará, no se preocupe.
CHEPA Gracias, gracias, rapazuelo… Bebe, bebe un poco más. No dejes de chupar. Hazlo fuerte. Qué alivio... Qué alivio... Ahora podré contra el desalojo. Vacíala, vacíala del todo. Otro poco, que aquí queda…

Sale tras la cortina Miguel, que se limpia los labios. Se ve a Chepa que se acomoda el escote.

CHEPA Vete, vete, antes de que lleguen los cosacos. Tapiaremos la puerta de calle.

Saturnina le da el cazo a Miguel. No lo mira.

SATURNINA Está caliente. Avergonzada por lo que dijo Oh, perdone. Toma las naranjas y se las da. Son suyas. Oh, perdone…
MIGUEL Las huele Le quedaban preciosas. Pero así también es hermosa, Saturnina.
SATURNINA Cuídese, Miguel. Salga presto.
MIGUEL Le da una naranja Tenga una, para usted.

Le da un beso furtivo, toma la canasta con el cazo y sale de la habitación.

SATURNINA Addio.

Sale Chepa tras la cortina.

SATURNINA Llora Guido… ¡Guido!
CHEPA Vete al patio, Saturnina. Nada conseguirás con esa murria. ¡Coge escoba y piedras, ve, resiste con los otros! Barre la escoria que te ha quitado tu dignidad.

Chepa le da la espalda, Saturnina levanta la escoba como para pegarle. Chepa gira.

CHEPA ¿Quieres darme, Saturnina?
SATURNINA Eh, sí. Me dio gana.
CHEPA Pégame.
SATURNINA Usted está loca.
CHEPA Adelante, pégame. Me la merezco.

Saturnina le pega un par de escobazos, pero desiste.

SATURNINA No puedo. No puedo.
CHEPA Dolió, Saturnina. Eres fuerte. ¿Quieres más?
SATURNINA No. Ya pasó.
CHEPA Otro más, por favor.

Saturnina le vuelve a pegar, sin ganas.

CHEPA Ah… Me siento mejor. ¿Me has perdonado?
SATURNINA Se encoge de hombros Me voy abajo. ¿Y usted?
CHEPA De acá mismo. Con el agua caliente.

Saturnina sale de la habitación con la escoba, llorosa, y vuelve a entrar inmediatamente.

SATURNINA Yo también quiero tirar agua.

Van a la olla y llenan los cazos.

CHEPA Acercándose a la ventana Ven, huele… Olor a sangre, a pólvora de Máuser. Andan por aquí.

Espían por la persiana.

SATURNINA Allá va Miguel… ¡que no lo vean!
CHEPA Están llegando... son los perros de Falcón que están llegando. Mírales, Saturnina, cómo se relamen las babas… Venid, cabrones. Acercaos, allí, bien bajo la ventana. Quedaos, quedaos allí… Brindando con el cazo. Por la huelga.
SATURNINA Por la dignidad.
CHEPA ¿Lista?
SATURNINA Lista. ¡Ahora!

Empujan la persiana.
APAGÓN