Autor: Adela Sorrentino
LA ESCENA ES UNA PEQUEÑA OFICINA O LA RECEPCIÓN DE UN CONSULTORIO
HAY UN ESCRITORIO Y UN TELÉFONO
LILA IRRUMPE EN EL LUGAR Y SACA SU CARTERA Y COMIENZA A ACOMODAR UNAS CARPETAS PARA PREPARARSE PARA TRABAJAR
DE PRONTO, MIRA HACIA EL PÚBLICO.
Ya sé que no nos conocemos ,pero a alguien se lo tengo que contar.¿no es cierto?Las amistades siempre empiezan de algún modo y... bueno,yo soy muy comunicativa ,así que ....¿por qué no hacerlos partícipes de lo que me está pasando?
Hace un mes que todas las mañanas , a eso de las ocho , nos cruzamos en la misma esquina .
Yo me bajo allí del colectivo y él viene caminando en sentido opuesto , hacia Las H eras. Tal vez también va a tomar un colectivo . Eso no lo sé porque no voy a andar dándome vuelta para ver qué hace.
El es de esos hombres que la miran a una como si no quisieran , como si en realidad mirarla les molestara , pero a pesar de eso hicieran el sacrificio .
Yo, por mi parte - ahora que lo pienso debo de ser de esas mujeres que simulan no darse cuenta cuando esos hombres miran de esa manera . La cuestión es que lo tengo absolutamente identificado. Sé que suele usar camperas , una bufanda escocesa y que tiene un aspecto informal acentuado quizás por el bolso de mano y el pelo ensortijado .
A esa hora tengo mucho sueño y no estoy en mi esplendor ni físico ni intelectual . El maquillaje superfi cial y apurado no alcanza a disipar la expresión aletargada de mis ojos y el café , aunque algo ayuda , no me proporciona toda la lucidez que desearía . Les cuento esto para explicar qué extraño es entonces que a pesar de que él me mira casi subrepticiamente , yo lo perciba .
Por eso desde hace unos días una idea me ronda con persistencia : estoy convencida de que el destino debe prepararnos algo en común .
A partir de esto , estoy pensando en él más de lo que el buen sentido aconsejaría . Sin darme cuenta , comienzo a imaginar cosas y poco a poco voy armando su vida , intuyendo su trabajo , adivinando sus gustos . Decidí que se llama Enrique .Ningún otro nombre me parece más adecuado para él . Yo tendría que haber sido novelista , como me decía mi último novio , porque según sus palabras “ invento cada historias ”. Pero no , para escribir no tengo paciencia ; en cambio para soñar , me sobra .
Enrique estudia teatro , pero por la mañana , a la hora de nuestros encuentros , va a su trabajo en una imprenta . Como debe pagarse las clases , y del teatro es muy difícil vivir , necesita de ese sueldo seguro hasta que triunfe como actor . Yo lo comprendo . Es muy duro tener inquietudes artísticas y apremios económicos .
La semana pasada se me hizo tarde porque llovió torrencialmente ,las calles se inundaron y el tránsito se complicó muchísimo, así que no pude verlo . ¡Pobre ! ¡Cómo me habrá extrañado ! Porque es muy muy tímido y yo ahora sé que esa mirada furtiva significa par él un modo de comunicación porque percibe que tenemos sensibilidades afines .
El miércoles , cuando nos encontramos otra vez , tenía los rulos húmedos y me hizo acordar a un caniche recién bañado . Eso me produjo cierta ternura porque contrastaba con el aspecto enfurruñado que siempre suele tener. Casi podría afirmar que estuvo a punto de hablarme ,aunque siguió con el rito de la mirada displicente . Yo , a mi vez mantuve el mío de la indiferencia total .
Seguramente es infeliz con su pareja ,pero su cortedad de caracter le impide la ruptura definitiva. Aunque las clases de teatro lo están deshinbiendo bastante , todavía no tiene fuerzas para dar el gran paso .
Desde que sé todo esto , y contra lo habitual , me estoy arreglando más por las mañanas . Elijo mejor la ropa y me pinto en forma llamativa . Está bien que él se enamoró de mí sin tener en cuenta esos detalles ,pero no está de más ayudarlo un poco a resolverse .
Cada vez tengo más claro que el destino nos ha elegido , que nuestras vidas se encontrarán en un punto común .
SUENA UN TELÉFONO.LA PROTAGONISTA HACE UN GESTO DE FASTIDIO Y SE DIRIGE A ATENDER
Ay,disculpen,empezó mi horario de trabajo .Otro día les sigo contando
“Consultorio,buenas tardes”
APAGÓN
PAUSA
EN EL MISMO LUGAR DÍAS DESPUÉS ,LA PROTAGONISTA CON OTRA ROPA
¿Se acuerdan en qué quedamos,¿no? Seguro que sí ,yo los vi muy interesados.
Bueno,ya se los prometí,así que se lo tengo que contar:
Hoy me levanté dispuesta a encarar el asunto : no podía seguir dilatalándolo . Me estrené este conjunto bastante espectacular como ven - pero informal , como a él le gusta - y salí con toda mi decisión a cuestas .
Me bajé del 59 ; caminé unos pasos y lo vi venir como siempre y nos cruzamos como todos los días y me espió como solía hacerlo . Pero esta vez yo alteré esa sucesión de acciones y reacciones ya convertidas en rutina . Di media vuelta y comencé a seguirlo . El no lo advirtió y siguió caminando resuelto . No se dirigió , como yo había supuesto durante tanto tiempo , a la parada de ningún colectivo , sino que cruzó Las Heras y entró en la confitería que hay en la esquina . El semáforo me retrasó unos minutos y cuando empujé la puerta del local , estaba saludando con un beso a una chica rubia que corría la silla para que acomodara su campera .
No soy de retroceder con facilidad ,así que sin titubear , me acerqué a la mesa y dirigiéndome directamente a él le dije :
- Decíselo , querido , no podés seguir prolongando esto .
El estupor con que se quedó mirándome le impidió evitar que la mano certera de la chica le sacudiera la cara de un sopapo , mientras gritaba convulsa :
-¡Enrique , tus historias me tienen harta !
La rubia no había terminado de levantarse ,cuando otra sonora bofetada congregó las miradas de clientes y mozos , a los que a pesar de mi dolor , adiviné divertidos .Al mismo tiempo que me tocaba la mejilla con un gesto tardío de defensa , alcancé a oír que me decía furioso :
- ¿ Qué bicho te picó ? ¿ Sos loca , vos ?
Supe entonces que las cachetadas eran lo único que él y yo tendríamos en común ,pero me reconfortó el hecho de que realmente se llamara Enrique .
FIN
Contacto: Autor: Adela Sorrentino adesorrentino@fibertel.com.ar