viernes, 25 de mayo de 2007

LAS OSCURO

De Carlos Vanadía
carlosvanadia@fibertel.com.ar


PERSONAJES

AMALIA OSCURO – Jubilada- Hermana mayor

LETICIA OSCURO - Jubilada- Hermana menor


Comedor de una casa sencilla. Una mesa y dos sillas. Una lámpara de pie. Un sillón chico. Demás elementos a elección.
Espacio poco iluminado
En escena Amalia, sentada en un viejo pero importante silloncito.

AMALIA.- (Emite dos sonidos como que le falta el aire. Mira hacia un costado)
Entra Leticia.
LETICIA.- ¡Terminala queres!
AMALIA.- (Recomponiéndose del ahogo) Yo no tengo la culpa.
LETICIA.- No te hace bien.
AMALIA.- Me ahogo.
LETICIA.- Mentiras
AMALIA.- Se me cierra la garganta, me falta el aire.
LETICIA.- Mentiras.
AMALIA.- Yo nunca miento.
LETICIA.- Yo tampoco
AMALIA. ¡No te compares conmigo!
LETICIA.- No grites.
AMALIA.- Yo nunca grito.
LETICIA.- No mentís, no tenes culpas, no gritas.
AMALIA.- ¡No me molestes!
LETICIA.- Vos me llamaste.
Amalia vuelve a tener un ahogo)
LETICIA.- ¡Bueno, ahogate si queres!
AMALIA.- ¡Ves, ves!(Recompuesta) No te importa nada, no me cuidas.
LETICIA.- ¿Y a mí quien me cuida?
AMALIA.- Yo. Estoy pendiente de vos
LETICIA.- Vos me perseguís Amalia.
AMALIA.- ¡Claro, soy un monstruo!
LETICIA.- Sos ...como una buha que mira cada cosa que hago.
AMALIA.- ¡ Dale insultame, ahora!
LETICIA.- Me controlas.
AMALIA.- Me preocupo que es distinto.
LETICIA.- Me espías.
AMALIA.- ¡Que ingrata! ¡Que ingrata!
Amalia se ahoga como al comienzo.
LETICIA.- Callate. Se escucha todo.
Amalia vuelve a ahogarse.
LETICIA.- Bueno, seguí...Igual yo les expliqué.
AMALIA.- (Cambiando, ya no se ahoga) ¿A quiénes?
LETICIA.- Les dije que si oían gritos, eras vos que.....
AMALIA.- ¿Qué? Que estoy loca.
LETICIA.- Desequilibrada nada más.
AMALIA.- ¡Mira quien habla!
LETICIA.- Ellos entienden, pero igual me da vergüenza.
AMALIA.- ¿Ellos?
LETICIA.- En esta casa antes había silencio.
AMALIA.- El silencio no es bueno.
LETICIA.- Están tan cerca.
AMALIA.- Fue Roberto ¿no? ¡Viejo cornudo!. Siempre estuvo caliente conmigo.
LETICIA.- ¿Qué queres? Viven al lado, se escucha todo y vos pegas cada alarido.
AMALIA.- ¡Linda cría! ¿Y estaba la yegua de Irene, ¿ no ? Puta y sin dientes. Todos los hombres son unos asquerosos.
LETICIA.- Irene ya no...
AMALIA.- (Feliz) ¿Se murió?
LETICIA.- No, ahora es evangelista.
AMALIA.- Se rieron de mí y ella como siempre mostrando las encías y el único colmillo que tiene.
LETICIA.- Ya no es desdentada, tiene unos postizos hermosos, brillantes, de blancos, vos vieras.
AMALIA.- Ni falta que me hace... ¿ De donde sacaron la plata.?
LETICIA.- ¿Tenés frío?
AMALIA.- ¿ De donde sacaron la plata?
LETICIA.- Que me importa, no les pregunté
AMALIA.- Vamos, contá.
LETICIA.- Parece que la nuera, tiene una prima y la cuñada de esa prima tiene una amiga que tiene una hermana que trabaja en PAMI y le consiguió todo gratis
AMALIA.- Es muy difícil de seguir. Para mí es todo mentira.
LETICIA.- ¿Tenés frío?
AMALIA.- (Casi gritando) ¡No y no jodas con el frío!
LETICIA.- No grites, Amalia, por favor.
AMALIA.- Yo siento calor.
LETICIA.- Ya lo hablamos, el doctor dijo...
AMALIA. ¡Que sabe ese! Ni siquiera me conoce, pero... dijo la palabra mágica "psicosomático", viste que la aprendí. ¡Y claro vos ni pelota! Me puedo morir acá.
LETICIA.- No puedo estar pegada a vos todo el día.
AMALIA.- Con estar atenta es suficiente.
LETICIA.- Estoy más que atenta.
AMALIA.- Estás en babia, en la luna, ¿qué mierda pensas todo el día? La gente normal habla, se comunica.
LETICIA.- Un poco de silencio hace bien. No hay necesidad de hablar todo el tiempo, además terminamos discutiendo
AMALIA.- Discutiendo no, conversando.
LETICIA.- ¿Esto es conversar?
AMALIA.- Bueno... pero es mejor que estar como dos momias. Hablando de momia, la película de ayer me puso como loca.
LETICIA.- ¿Cuál?
AMALIA.- La de la momia, esa del faraón.
LETICIA.- A mí me aburrió un poco.
AMALIA.- ¡Pero no viste que la momia tenía una erección!
LETICIA.- ¡Amalia!
AMALIA.- ¡Tenía un bulto entre esas vendas!, Yo quisiera esa momia para guardarla en el ropero y usarla en las noches de insomnio, como lo llamas vos..
LETICIA.- Yo tengo insomnio
AMALIA.- ¡Ah, claro! a la señorita Oscuro no le suben los calores.
LETICIA.- Si, porque tengo un problema glandular
AMALIA.- Bueno, lo mío es ovarial
LETICIA.- Es la tiroides Amalia.
AMALIA.- Todavía soy una mujer. Una mujer y muy ardiente.
LETICIA.- Además te funciona mal el cerebro.
AMALIA.- ¡Ah, que pedazo! que pedazo de momia
LETICIA.- ¡Qué ordinaria!
AMALIA.- ¿Qué te pasa? ¿Te asustas?
LETICIA.- Sabes una cosa... ya estoy un poco harta.
AMALIA.- ¡Pero che! ¿Todo porque me gusta conversar? Por lo menos tengo buen humor.
LETICIA.- Sos tan... tan...
AMALIA.- Pareces una campana. ¿Tan que?... ¡
LETICIA.- ¡ Impulsiva!
AMALIA.- ¡Qué fina! Me gusta. Impulsiva me gusta, suena a vitalidad, a desenfreno, a pasión... ¿Estas arrepentida, no?
LETICIA:- ¿De qué?
AMALIA.- De vivir juntas.
LETICIA.- No es eso... pero...
AMALIA.- (Exaltada) ¡Tres semanas! ¡Hace tres semanas que llegué y ya me estas hechando! ¡A la calle! ¡Fuera! Como a un perro
LETICIA.- Yo no abrí la boca.
AMALIA.- Se te notan las ganas.
AMALIA.- Si solo hablaras un poco mas bajito
AMALIA.- (Susurrando) Te pregunté si estas arrepentida.
LETICIA.- Sos mi hermana y también es tu casa
AMALIA.- ¿Estás arrepentida o no?
LETICIA.- Reconoce que paso mucho tiempo y ya estamos viejas.
AMALIA.- Pero no me contestas.
LETICIA.- Para que...
Leticia va a salir y es interrumpida)
AMALIA.- Entonces estás arrepentida ¿ A vos te gustaría no? ¡Puff! Que desapareciera. Que me muriera.
LETICIA.- ¿Qué decís?
AMALIA.- Por la culpa ¿viste? Si me muero es otra cosa, no me hechas. Es mas digno.
LETICIA.- Siempre dando vuelta las cosas.
AMALIA.- Hasta me llorarías y todo. Y yo bien contenta, muerta pero llorada.
LETICIA.- No dije nada, vos confundís todo.
AMALIA.- Estamos conversando.
LETICIA.- Lindo tema de conversación.
AMALIA.- Prendé la luz grande.
LETICIA.- ¿Tenés frío?
AMALIA.- ¿Pero quien es la que confunde todo? Yo te pido que enciendas la luz y vos me salís con el frío.
LETICIA.- Te cuido
AMALIA.-¡ No! Vos queres saber si me empecé a enfriar.
LETICIA.- (Enciende la luz) ¿Vas a tomar sopa?
AMALIA.- Disimulá, nomás.
LETICIA.- ¿ Sí o no?
AMALIA.- ¿Es octubre?
LETICIA.- (Con paciencia) Ya sabes, estamos en julio y hace frío.
AMALIA.- Dame un golpe en la cabeza.
LETICIA.- No digas pavadas.
AMALIA.- Podes decir que me caí.
LETICIA.- No me des ideas.
AMALIA.- Con un golpe en la cabeza ¡Ya está!...Te dejo tranquila
LETICIA.- Podes no hablar por un rato aunque sea.
Amalia queda en silencio. Pensante.
Leticia suspira disfrutando el silencio.
AMALIA.- (Angustiada) El silencio no es bueno...
LETICIA.- Ya me lo dijiste....
AMALIA.- Octubre.
LETICIA.- No empieces.
AMALIA.- Es octubre...
Leticia sale.
AMALIA.- Su espalda, la lluvia, los focos... Lo veo todo...
LETICIA.- (Entra con un abrigo) Tomá, ponete esto.
AMALIA.- (Agotada) la bicicleta...
LETICIA.- Ahora quedate tranquila.
AMALIA.- (Acaricia el abrigo como si fuera un bebé) la bicicleta... (Queda ensimismada)
LETICIA.- (La contempla, le habla con suavidad) Amalia...me oís...Amalia..
AMALIA.- ¡Yo le grité! (La toma del brazo)
LETICIA.- Ya sé todo... (Se suelta)
AMALIA.- ¡La lluvia! ¡Y ese ruido! ¡El golpe seco!
LETICIA.- ¡ Amalia!
AMALIA.- El cuerpo rodando. Está ahí, lo veo
LETICIA.- Basta.
AMALIA.- (Señalando el aire) ¡Está ahí! ¡Está ahí!
LETICIA:- ( Harta en un grito ) ¡Basta!
(Breve silencio)
AMALIA.- (Reponiéndose como perdida) ¡Sí... sí!
LETICIA.- ¿Ya pasó?
AMALIA.- ¿ Ya pasó? (Confundida) Aparece de repente. No lo puedo controlar. (muy angustiada)
LETICIA.- Tranquilizate.
AMALIA.- Si.
LETICIA.- ¿Pasó?
AMALIA.- Sí. Estoy bien...
LETICIA.- Bueno, entonces salgo un minuto
Amalia se recompone. Cambia inmediatamente y vuelve a ser la del comienzo.
Leticia va a salir.
AMALIA.- ¿Ves?
LETICIA.- (Se detiene) ¿Qué?
AMALIA.- (Exaltada) No me escuchas.
LETICIA.- Ya estas mejor.
Leticia va a salir
AMALIA.- Ni escuchas, ni hablas.
LETICIA.- (En alerta) ¿ Que?
AMALIA.- Siempre con tus secretos... Desde chiquita fuiste escondedora, juguetes, ropa y anda a saber cuantas cosas más.
LETICIA.- Enseguida vuelvo.(Va a salir)
AMALIA.- No me dijiste adonde vas.
LETICIA.- Tenes razón... Voy a comprar queso rallado. Oíste ¡Es mi gran secreto!
(Sale en silencio)
AMALIA.- (Mientras sale Leticia) Bueno che, tanto te cuesta decir adonde vas... (Hablando sola) Es mas fácil decir voy a comprar queso que todas las vueltas que da. Siempre fue complicada, desde chiquita... que digo... desde el parto, pobre, nació de culo y siempre le fue como el culo, que va a hacer, cosas del destino. Nació así, amarga. En cambio yo nací enseguida, como una escupida, como decía mi viejo (Ríe sola)
(Entra Leticia)
LETICIA.- Estaba cerrado. Que raro, todavía no son la una. (Va al interior)
LETICIA.- (De afuera)¿Hago sopa?
AMALIA.- (Para si) Otra vez esa sopa de mierda. (A Leticia) Mejor caldo solo y después una manzana... ¡Que pobreza, che!
LETICIA.- Como corresponde a dos jubiladas.
AMALIA.- Tantos años laburando, ¿para esto? Un caldito, una manzana.
Leticia se asoma.
LETICIA.- No te quejes, algunos ni eso pueden.
AMALIA.- Vos te resignas fácil. ¿ Adonde está mi bastón?
LETICIA.- Ahora te lo traigo.
Leticia sale.
AMALIA.- (A Leticia) ¡Que costumbre tenes!
LETICIA.- (De afuera) No te oigo.
AMALIA.- (A Leticia) Otra vez me escondiste el bastón.
LETICIA.- (Entra con el bastón se lo da a Amalia) ¡No grites! Toma... No sé para que lo seguís usando, caminas mejor que yo.
AMALIA.- Para sostenerme. (Con intención hacia Leticia) para defenderme. Nunca se sabe.
LETICIA.- Hace un rato querías que te matara. ¿En que quedamos? ¿No queres que le ponga fideos? (Sale)
AMALIA.- Ya te dije que no.(Para si) A vos te hace falta un buen fideo. (Se ríe) Y a mi también. (Sigue riendo)
LETICIA.- (De afuera) Ah, el domingo vamos a la iglesia, eh?
AMALIA.- ¿Qué tiene que ver la sopa con la iglesia?
LETICIA.- Nada pero las dos alimentan ¿o no?
AMALIA.- Yo no voy.
LETICIA.- (Advirtiendo con ironía) Dios te va a castigar (Entra) Enseguida vengo
(va a salir)
AMALIA.- ¡Otra vez!
LETICIA.- (Conteniendo rabia) Voy a ver a Rosa, a lo mejor sabe que pasa...
AMALIA.- Si hablaras evitas problemas y yo no preguntaría ¡ Que Rosa no venga... no la soporto...!
LETICIA.- No va a venir... quedate tranquila...(Sale)
AMALIA.- Zorra, atorranta, puta, eso es lo que es, una puta....¡Que digo una, las dos son putas. Ésta no se anima, pero la otra ¡Ah, la otra! Ya me las imagino, chu...chu..chu...chu.... Y después las risas, esas que lastiman, las risas siempre lastiman ...(Queda pensativa). Mis risas siempre fueron mentirosas, contagiaban pero eran mentirosas. (Apoya la cabeza en el respaldo)
LETICIA.- (Entrando angustiada ) ¡Se murió!
AMALIA.- ¡No estoy muerta!
LETICIA.- (Impactada, con lágrimas) Ramón, se murió Ramón.
AMALIA.- ¿Cómo que se murió?
LETICIA.- Si, se murió. Me dijo Rosa... por eso estaba cerrado.
AMALIA.- ¿Y por que lloras?
LETICIA.- Pobre Ramón ¿Y ahora ?
AMALIA.- Ahora vamos a comer.
LETICIA.- A vos no te importa nada.
AMALIA.- ¡Pero que queres que haga! (Burlándose) ¡Buah...Buah...! Ya está, ya lo lloré. El gordo nunca me gustó.
LETICIA.- (Lloriqueando) ¡Basta Amalia! ¡Basta!
AMALIA.- (Imitándola) ¡Basta Amalia, basta! (Imperativa) ¡Anda a ver el agua queres!
Leticia sale
AMALIA.- ¿Hierve?
LETICIA.- (De afuera) Se consumió casi toda.
AMALIA.- (Murmurando) Como nosotras. ¡Y no llores!
LETICIA.- (Entra con un mantel plato y un cubierto, pan, prepara la mesa. Lloriqueando sin hablar)
AMALIA.- Se puede llorar por cualquier cosa, pero por ese hombre, que era una bola de grasa.
LETICIA.- No estoy llorando (Queda pensativa) Un vecino de tantos años... Me fiaba.
AMALIA.- Si es por eso, haces muy bien en llorar. Ahora decime, ¿no es demasiada la angustia?
LETICIA.- No... Es que... (Como que va a hablar) Yo... ¡Que te voy a explicar a vos!....
AMALIA.- ¡Ah claro, yo no puedo entender nada! ¡ Estoy loca! ¿Por qué lloriqueas, eh?
LETICIA.- No sé...
AMALIA.- (Irónica) ¿Seguro que no sabes? (Espera) ¿Y?
LETICIA.- Es difícil de explicar
AMALIA. Más difícil es de entender. ¡Tanto llorar!... Podes hablar, ya se murió. Podes destapar la olla. (Ríe) digo, como estas preparando caldo (Sigue riendo)
LETICIA.- Cuanta maldad tenes adentro.
AMALIA.- Habla y deja de insultarme.
LETICIA.- ¿ De qué?
AMALIA.- Me acuerdo muy bien de todo. Ibas al almacén por lo menos tres veces por día... siempre volvías enseguida y te encerrabas en tu dormitorio. En esa época también llorabas...
LETICIA.- ¿A qué viene este recordatorio?
AMALIA.- Siempre que alguien muere se recuerdan (Con mala intención) detalles .
LETICIA.- También se llora.
AMALIA.- Cuando vale la pena.
Leticia va a salir.
AMALIA.- (Mientras sale Leticia) Confesa que lo querías...
Leticia sale.
AMALIA.- (A afuera) No me lo vas a decir...
LETICIA.- (De afuera) Ya está la sopa, sentate.
AMALIA.- ¿Porque no me contestas? ¡Y dejá de llorar!
ETICIA.- (Entra con un taza de caldo) Vení a comer. (Se sienta)
AMALIA.- (Se levanta va hacia la mesa, camina con bastón, se sienta) ¿Vos no comes?
LETICIA.- No, no tengo ganas.
AMALIA.- ¿El queso?
Se miran
LETICIA.- No hay queso.
AMALIA.- (Irritada) ¿No hay queso?
LETICIA.- (Gritando angustiada) ¡Sabes que no hay!
AMALIA.- Mirá la que no grita.
LETICIA.- Es que preguntas para mortificarme. (Llora)
AMALIA.- ¿De qué murió? (Pone pan a la sopa)
LETICIA.- Parece que tiene un golpe en la cabeza.
AMALIA.- (Riendo) Parezco bruja. ¿ yo hace un rato te estaba diciendo algo de un golpe en la cabeza ,no? (Come la sopa) ¡ Esto sin queso es una porquería.! ¿ Él tomaba?
LETICIA.- ¿Ramón? No.
AMALIA.- ¿Y como sabes?
LETICIA.- Bueno... que se yo..
AMALIA.- (Bebe) Esto sin queso, es una porquería.
LETICIA.- ¡No me lo repitas...no me lo repitas...!No hay queso!. Vos entendes muy bien que me pasa. Se murió Ramón. ¡Y no hay queso!
AMALIA.- Yo entiendo,(Irónica) se acabó el queso. Decime...vos...¿lo olías?
LETICIA.- ¡Que decís!
AMALIA.- ¡No te hagas la estúpida, querés! Si lo olías... si lo tocabas...si te dejabas tocar... ¿Pasaba algo?
LETICIA.- Comé y haceme el favor de no hablar más.
AMALIA.- No. No quiero... No hay queso. No voy a comer
LETICIA:- (Harta, se levanta retira el plato de Amalia) ¡Está bien! Hacé lo que quieras.(Sale)
AMALIA.- ¡Qué fina! Como si fuera tan fácil.
LETICIA.- (De afuera)¿Qué?
AMALIA.- Hacer lo que quiero
LETICIA.- (Entra y se sienta) Nadie hace lo que quiere.
AMALIA.- Decimelo a mi
LETICIA.- Decimelo a mi.
AMALIA.- Me odias ¿no?
LETICIA.- Sí.
AMALIA.- ¿Un golpe en la cabeza? ¿No lo habrán asesinado para robarle?
LETICIA.- (Lloriquea)
AMALIA.- Así no se puede conversar. ¡Deja de llorar querés!
LETICIA.- El custodia le dijo a Rosa que no hubo robo.
AMALIA.- ¿Y como saben?
LETICIA.- Que se yo.
AMALIA.- Depende quien sea el ladrón
LETICIA.- No vas a saber más que ellos.
AMALIA.- ¿Y si fue alguien que conoce la casa?
LETICIA.- No puedo pensar. Para todo eso está la policía.
AMALIA.- No vendrán acá ¿no?
LETICIA:- ¿Y para que van a venir?
AMALIA:- A veces averiguan con los vecinos.
LETICIA.- ¡Nosotras no sabemos nada!
AMALIA.- Yo no... pero vos...
LETICIA.- ¿Yo que?
AMALIA.- A lo mejor...Vos sabes mucho de Ramón
LETICIA.- (Ofendida) ¿Qué queres decir?
AMALIA.- (Riendo) Que te fiaba
LETICIA.- Era un almacén ¿no? Era su clienta
AMALIA.- ¡Bueno! No te atajes, no es un interrogatorio.
LETICIA.- No entendes nada.
AMALIA.- (Gesto obsceno) Yo no sabía que te fiaba ( Gesto obsceno, ríe)
LETICIA.- Sos una asquerosa. Nunca me tocó.
AMALIA.- Ah, él nunca... (Reafirmando) Entonces, lloras por eso.
LETICIA.- Ya te lo dije. ¿Estás contenta? ¡ Nunca me tocó! Nunca me miró... Yo no existía. Para él nunca existí... A lo mejor... si yo hubiera... Pero estaba mamá...esta casa...
AMALIA.- ¡ Menos mal que vine a acompañarte!
LETICIA:- ¿Acompañarme vos?
AMALIA.- Ves que sos una desagradecida.
LETICIA.- A que te atendiera, a eso viniste.
AMALIA.- Y me decís “arpía” a mi. Lindo apodo para una hermana.
LETICIA.- Yo no te dije así
AMALIA.- Sí. “Arpía”
LETICIA.- No uso esa palabra.
AMALIA.- Me acuerdo muy bien, hace un ratito nomás.
LETICIA.- Yo te dije " buha".
AMALIA.- Me cago en la diferencia
LETICIA.- Cuando me mirás así tan fijo... Te pareces tanto a mamá.
AMALIA.- Prefiero que me digas “buha”
LETICIA.- Me controlas...como ella me controlaba
AMALIA.- Estas mostrando la hilacha ¿eh?
LETICIA.- ¿No querías que hablara?
AMALIA.- Esto es un ataque de bronca
LETICIA.- Estoy hablando ¿no?
AMALIA.- ¿Y porque no le hablaste al del mostrador? Él se muere y te la agarras conmigo.
LETICIA.- No empieces a mezclar las cosas.
AMALIA.- ¡No mientas! Ahora sentís dolor, pena, pero no por su muerte, sino por tu vida. A mí no me engañas ¡Pero que mierda esperabas!
LETICIA.- ¡Nada! ¡Nada! Un día me di cuenta que no esperaba nada . Ni a él, ni a nadie, ni nada, Me quedé sin sueños, sin vida, me evaporé.
AMALIA.- El silencio no es bueno.
LETICIA.- Un día me tomó la mano,"Leticia, sabes que te quiero mucho”,
AMALIA.- Ah, bueno...
LETICIA.- “ahora que te jubilaste, pedime lo que quieras"...
AMALIA.- ¿Qué tiene que ver la jubilación?
LETICIA.- Yo pensé mil cosas en un segundo, ¿te imaginás? después de cuarenta años... me sentía tan sola...y siguió “yo te fío la mercadería, me pagas cuando puedas, no hay problema"...Y me soltó la mano.
AMALIA.-¡ Ves que era un hijo de puta!... ¡Te dijo así para joderte ¡Y todavía lo lloras!
LETICIA.- Él nunca sospechó
AMALIA.- ¡No me jodas! Era gordo pero no boludo.
LETICIA.- ¡Y bueno! Yo nunca le interesé.
AMALIA.- Todavía lo defendés.
LETICIA.- El problema era mío, no de él. A su manera me protejía.
AMALIA.- Claro, como sos jubilada...
LETICIA.- Yo no iba a aceptar, pero ya sabes, la plata no alcanza.
AMALIA.- Decímelo a mi.
LETICIA.- Pero yo le pagaba. Cuando cobraba la jubilación le pagaba.
AMALIA.- Me cago en tu orgullo.
LETICIA.- Estaba más tranquila así.
AMALIA.- Bueno, tampoco es para tanto, te fiaba, no es tan denigrante.
LETICIA.- Denigrante es que lo único que te dio en la vida el hombre que amaste fue mercadería fiada.
AMALIA.- Más denigrante es haberla pagado. ¡A la vida hay que provocarla, querida! (Comprensiva) Y basta... no llores más. Es que vos siempre tuviste mas vueltas que un rulero, (Se ríe sola) ¡Uy... como estoy hoy! La peluquera tiene mas vueltas que un rulero.
LETICIA.- Eso me salvó... Estaban las clientas, la gente de la galería, estaba José Luis, (Con orgullo) treinta y cinco años fue mi socio.
AMALIA.- ¿ José Luis? (dobla la muñeca) ya sabemos. En cambio yo, si me habré volteado muñecos en el hospital. Yo la viví bien. Había cada residente. ¡Jóvenes, altos, fuertes, unas piernas!. Bueno, algunos petizos y flaquitos me agarré. Tampoco hay que discriminar. Total, quemada por quemada.
LETICIA.- ¿Cómo?
AMALIA.- A un tipo le decís que sos enfermera o peluquera y, chau, piensan que andas en la joda.
LETICIA.- ¿De adonde sacaste eso?
AMALIA.- De la vida.
LETICIA.- Decí mejor tu vida.
AMALIA.- Siempre hay excepciones, claro. (Grita) ¡Uyy, los dientes!
LETICIA.- (La mira sin entender ) ¿Qué dientes?
AMALIA.- Los dientes de Irene. Lo mataron y le afanaron todo.
LETICIA.- ¡Pero que estás diciendo!
AMALIA.- Pero vos pensas que el gordo no tenía plata guardada. ¿Ramón seguía andando con Irene?
LETICIA.- Nunca estuvo con Irene.
AMALIA.- Lo enganchó apenas el gordo llegó al barrio. Me acuerdo muy bien.
LETICIA.- Nunca los ví.
AMALIA.- Nunca quisiste ver nada. (La llama susurrando) Vení acercate.
Leticia queda inmóvil.
AMALIA.- Vení.
LETICIA.- ( Sigue pensando inmóvil )
AMALIA.- ¡Leticia! ¡Vení te digo!
LETICIA.- No me grites, por favor, no me grites
AMALIA.-¡ Es que no me escuchas, querida! Siempre en babia...¡Acercate!
Leticia se acerca.
AMALIA.- (En secreto) Ella sabia donde Ramón escondía la guita. Lo hicieron ellos dos, Irene y Roberto. Un golpe en la cabeza y se pagan los dientes de la yegua y anda a saber cuantas cosas más. (Más fuerte) ¡Estoy segura! (Gritando) ¡ Esto no va a quedar así!
LETICIA.- ¿Qué vas a hacer?
Amalia toma el bastón se levanta y va hacia la medianera.
AMALIA.- (Gritando) ¡Che! ¡Vecinos! ¡Sabemos todo! Che, repartan!
LETICIA.- Amalia, que está la policia.
AMALIA.- (Riendo) !Y a mí que me importa! (Vuelve a la medianera) ¡ Vamos repartan! ¡Repartan!
(Suena el teléfono)
LETICIA.- ¡Viste! ¿ Y si es la policía ?
AMALIA.- (Riendo) Nos van a avisar y todo: “ Srtas. Oscuro, ahora vamos a interrogarlas” ¡Atendé de una vez!
LETICIA.- (Atiende) Hola... Si... (A Amalia en secreto) Es Rosa... dice que hay novedades... (Escucha por el Te. Aliviada) ¡Ay que suerte!...no bueno... es mejor así... Andá, andá seguí averiguando..Chau.(Corta)
AMALIA.- ¿Qué pasó?
LETICIA.- Que suerte, parece que murió de un infarto.
AMALIA.- ¡Que suerte!
LETICIA.- Quiero decir que no fue muerte... así...violenta.
AMALIA.- ¡Que macana! no vamos a compartir la guita
LETICIA.- ¿Cómo?
AMALIA.- Nunca entendes nada. Quiere decir que Irene y Roberto no robaron nada ¡O a lo mejor sí, que se yo! ¿Mirá si entraron después que murió pero antes que la policía. Como decíamos recien.
LETICIA.- Yo no dije nada.
AMALIA.- ¿Y si todavía no entraron? Es nuestra oportunidad, a lo mejor la plata está ahí.
LETICIA.- ¿Pero de que plata hablás? ¿Qué sabés?
AMALIA.- (Eufórica) Nos vendría muy bien.
LETICIA.- (Irritada) ¡Pará!
AMALIA.- (Eufórica) Nosotras vamos a entrar después que se vaya la policía.
LETICIA.- ¡Amalia! ¿Serías capaz?
AMALIA.- Yo no puedo por la pierna. Pero vos sí.
LETICIA.- ¿Yo?
AMALIA.- Además, no voy a delinquir a mi edad.
LETICIA.- A ninguna edad. ¿ Querés robar? Sos peor de lo que pensaba.
AMALIA.- ¿No te fiaba?
LETICIA.- Sí...¿y?
AMALIA.- Bueno, es más o menos lo mismo.
LETICIA.- !Estas loca y sos peligrosa.
AMALIA.- Está bien, está bien no hagas tanto escándalo por una pavada.
LETICIA.- ¿Una pavada? Un robo dirás.
AMALIA.- ¿No querés entonces?
LETICIA.- Por supuesto que no.
AMALIA.- Necesitamos el dinero...(Burla de llanto) Somos dos jubiladas.
LETICIA.- Sí ¿Y qué?
AMALIA.- Bueno, la mercadería aunque sea.
LETICIA.- ¿Cómo?
AMALIA.- No busquemos la plata, la mercadería está a la vista. El estante de los fideos, las conservas, arroces, no te olvides del café y el azúcar, todo lo que puedas. Los lácteos dejalos porque tienen vencimiento corto.
LETICIA.- ¡A vos te interno!
AMALIA.- Siempre fuiste cobarde.
LETICIA.- Llamalo como quieras, pero no soy una delincuente.
AMALIA.- Pero, si a él ya no le sirve,
LETICIA.- No puedo creerlo.
AMALIA.- No llegamos a fin de mes. ¿Pero quien te va a fiar ahora? Y encima jubilada. ¿O vas a conseguir trabajo? Con la mercadería tenemos para bastante tiempo.
LETICIA.- Quiero saber ¿ Te falla la cabeza o tengo una delincuente en mi casa?
Amalia ríe estruendosamente.
(Suena el teléfono,)
AMALIA.- Atende queres, a lo mejor es Ramón dándote la autorización.
LETICIA.- (Atiene) Hola... si...(En secreto a Amalia) Es Rosa...(Sigue por te.) Si... ¿Cuándo?....bueno, en parte me alegro... andá, andá... Hasta luego.
AMALIA.- ¿Qué dijo?
LETICIA.- Parece que vino un sobrino de Ramón para hacerse cargo de todo. Seguro que ahora va a tener una sepultura digna.
AMALIA.- Este gordo hasta muerto te jode la vida. Ese sobrinito se nos lleva la guita, la comida de casi un año, se va a llevar todo ¿De donde salió ?
LETICIA.- No sé , pero ahora hay que esperar la dirección del velorio. (Decidida) Porque te guste o no, voy a ir.
AMALIA.- ¿Por qué me decís así? ¿Alguna vez te prohibí salir yo? Tampoco es para que te pongas tan contenta, al fin y al cabo, es un velorio. Siempre y cuando me avises, podes ir.
LETICIA.- Voy a poder despedirme.
AMALIA.- Andá despedilo y asegurate que se haya ido (se persigna) Bastante te jodió.
LETICIA.- Estoy aterrada.
AMALIA.- ¿Por el velorio? No vayas.
LETICIA.- Por el robo. ¿Cómo propones algo así? ¿Quién sos en realidad?
AMALIA.- Ah, te gustó ¿no? (Riendo) Bueno, enterate, te estaba probando (Con doble intención como ofendida) ¡Cómo pudiste pensar que podía hacer una cosa así. Reíte un poco. Era una broma. Era un juego.
LETICIA.- No juegues. Nunca mas juegues conmigo... No se que es verdad...Ya no sé que pensar.
AMALIA.- Hacé lo de siempre, no pienses. Y estoy segura que si te insistía un poco más agarrabas viaje.
LETICIA.- (Muy molesta) ¡No digas mas disparates!
AMALIA.- Pero te voy avisando una cosa, el día que nos haga falta hacer un robo, voy a buscarme a alguien inteligente. Pero la verdad no tengo a nadie cerca. (Ríe)
LETICIA.- (Seria) Sabes una cosa Amalia, yo pienso. Y pienso que realmente estás loca.
AMALIA:- Bueno, no se hable más. Tema enterrado (Riendo) digo concluido
LETICIA.-(Irritada) Amalia, sos una porquería (Sale)
AMALIA.- ¡Que fina! El que tiene boca se equivoca. ¡Que carácter de mierda!
( Suena el Te.
AMALIA.- (Gritando) Leticia...¡Leticia! Teléfono. ¡Leticia!
LETICIA.- (Entra) ¡No podes atender!
AMALIA:- Sabés que a mí con Rosa no me gusta hablar. ¡Me molesta! ¡La odio! ¡Es una metida!
LETICIA.- ¡Para! ¿Cómo sabes quien es? ( atiende el teléfono) Hola...si... (En secreto a Amalia) Es Rosa...
AMALIA:- Burlándose como en secreto) Quién va a ser, es la única que nos llama
LETICIA.- (Hace señas para que no hable) No te escuché, Amalia estaba hablando... ¿Qué....(Apenada) Como, no puede ser.... Está bien, seguí averiguando.
AMALIA.- ¿Qué pasó? ¿Más muertos?
LETICIA.- Dice que el sobrino se fue a hacer trámites, que en un rato vuelve y que...
AMALIA.- ¿Qué?
LETICIA:- No lo va a velar.
AMALIA.- ¿Y?
LETICIA.- No va a haber velorio.
AMALIA.- (Con burla) ¡Que lástima!
LETICIA.- A vos no te importa nada.
AMALIA.- ¡Dejá de lloriquear queres?
LETICIA.- Es que hoy...hoy soy casi como una viuda
AMALIA.- Menos mal que la loca soy yo.
LETICIA.- Bueno. Lo siento así. Con él se muere una parte de mi vida.
AMALIA.- Sí, una parte bien grande... Cincuenta años... ¡Cincuenta años!... y te aviso que no puede morir algo que nunca estuvo vivo.
LETICIA.- No lo vas a entender nunca.
Breve silencio
AMALIA.- Nadie mejor que yo para entender la muerte.
LETICIA.- Todos en la vida tenemos partes muertas.
(Breve silencio)
AMALIA. ¿Es octubre?
LETICIA.- No, por favor
AMALIA.- Decime, es octubre....Lo veo....
LETICIA.- No, no empieces
AMALIA.- Lo veo, la lluvia...los focos...
LETICIA.- ¡No! ¡ no!....
AMALIA:- Corrí detrás de él... ¡Corrí, le grité y ese ruido! El golpe seco.
LETICIA.- ¡Amalia!
AMALIA.- Oigo todo, todo junto, lo veo, el cuerpo rodando
LETICIA.- Basta, hoy no puedo más. ¡No puedo más!
AMALIA.- ¡Está ahí, está ahí!
LETICIA.- (La zamarrea con fuerza por los hombros) ¡No, Amalia ¡No!
Amalia sorprendida la mira a Leticia sin hablar.
LETICIA .- (Sorprendida de si misma la suelta) Disculpame
AMALIA.- (Recomponiéndose) ¡Me pegaste!
LETICIA.- No, no yo no quise. No te pegué.
AMALIA:- Me pegaste.
LETICIA.- Empezaste a hablar. No quise... No se que me pasó...
AMALIA.- ¿Fue por que hablo?
LETICIA.- Vos sabes muy bien que decías.
AMALIA.- Te expliqué, todo aparece de repente. No me doy cuenta. ¿Qué? ¿Vos sola podes tener recuerdos?
LETICIA.- Es que repetís tantas veces lo mismo. Perdoname, perdí el control. Perdoname. ¡O yo no me puedo descontrolar!
Las dos quedan un instante abrumadas.
AMALIA.- Menos mal que yo era peligrosa.
LETICIA.- No se que me pasó . Perdoname
AMALIA.- Lo tuyo también fue un juego ¿no? Pero un juego de manos.
( Se miran. Breve silencio)
LETICIA.- Voy a hacer un té ¿querés?
AMALIA.- Bueno, pero diurético.
LETICIA.- No hay (Saliendo)
AMALIA.- Que lástima. Así llorabas por los dos lados.( Se rie y grita) ¡Te perdono! (Para sí) Pero la próxima te doy un bastonazo que te parto la cabeza
Inmediatamente se escucha un ruido a loza que se rompe.
LETICIA.- (Da un grito asustada) ¡Ahhh!
AMALIA.- (Da un grito asustada) ¡Ahhh.!
Leticia entra corriendo Alarmadas las dos. Casi gritan juntas.
LETICIA.- ¡¿Qué pasó?
AMALIA.- ¡¿Qué pasó?
LETICIA:- (Casi gritando) Nada, rompí una taza.
AMALIA.- (Casi gritando) Nada, me asusté.
LETICIA.- Estamos muy nerviosas
AMALIA.- Mejor nos tomamos un té de tilo.
LETICIA.- No hay.
AMALIA.- Pero carajo, hoy no haces mas que dar malas noticias.
Leticia sale.
AMALIA.- (A Leticia) Poné atención. No rompas nada más. Aunque romper es tu especialidad. ¡Y deja de llorar!
LETICIA.- (De afuera, llorando) No estoy llorando.
LETICIA.- (Entra con un plato con galletas, disimulando que estuvo llorando)
AMALIA.- (Camina con el bastón, se sienta a la mesa. Rompe una galleta y la va comiendo en pedacitos) ¿ Vos te acordás cuando trajeron estas sillas.
LETICIA.- Fue para mi cumpleaños de quince. Mamá acomodó las ocho sillas, porque eran ocho y estuvo como veinte minutos dando vueltas alrededor de la mesa. Hasta le sacó fotos.
AMALIA.- Nosotras somos como las sillas... dos y estamos solas
LETICIA.- Y viejas... ¡Uy el agua! (sale)
AMALIA:- Somos lo que queda de lo que fuimos.
LETICIA.- No te oigo.
AMALIA.- Nada, nada...
Entra Leticia con las tazas con té. Se sienta.
AMALIA.- Yo vendí todos los muebles cuando me vine, me salía mas caro la mudanza que comprarlos nuevos.
LETICIA.- Pero no compraste nada.
AMALIA.- ¿Qué queres decir?
LETICIA.- Nada.
AMALIA.- Mirá, mosquita muerta, que ya te conozco.
LETICIA.- (La mira) A mi no me conoces.
AMALIA.- (La mira) Me pegaste ¿no?
LETICIA.- Ya te pedí perdón y me perdonaste.
AMALIA.- ¡Perdón! Es una palabra demasiado... importante, no me gusta
LETICIA.- Me pasé la vida pidiendo perdón. Pidiendo perdón y permiso.
AMALIA.- Y justo conmigo venís a despabilarte
LETICIA.- (Las dos comen galleta en pedacitos) Cuando te fuiste lloramos todos.
AMALIA.- Mamá no lloraba.
LETICIA.- Nunca lloró.
AMALIA.- Me miraba fijo, muy fijo, sin decir una palabra.
LETICIA.- Me dejaste sola.
AMALIA.- (Se rie) ¿Te acordás el día que nos escapamos?
LETICIA.- (Se rie) Sí, pensabamos llegar tan lejos.
AMALIA.- (Orgullosa)¿ Llegamos o no?
LETICIA.- “De día esta lleno de gente, de noche cierran, dormimos en un banco”. Y yo como siempre te seguí.
AMALIA.- Y tenía razón, no hay lugar más seguro que el zoológico..
LETICIA.- Vos también tuviste miedo ¿O no?
AMALIA.- El guardián estaba enojadísimo.
LETICIA.- Cuando llegamos a casa, mamá lo invitó a cenar. Antes la gente era más buena.
(Se miran en silencio)
AMALIA.- (Le toca la cara con ternura) Siempre fuiste más linda que yo.
LETICIA.- Pero a vos te miraban más. ¡Brillabas! Siempre alegre y tenias una risa tan contagiosa, vos te reías y reían todos.
AMALIA.- Me peinabas.
LETICIA.- Si, y no se como salías a la calle.
AMALIA.- Y todas las noche me cepillabas el cabello.
LETICIA.- cincuenta veces para un lado y cincuenta para el otro. Tantas veces pensé en agarrarte dormida y pelarte.
AMALIA.- Entonces fue gracias a mí.
LETICIA.- ¿Qué?
AMALIA.- Que te hiciste peluquera.
Se ríen las dos.
LETICIA.- A lo mejor... ¿ Y vos?
AMALIA.- ¿Qué?
LETICIA.- ¿Te hiciste enfermera por mí?
AMALIA.- Había mucha locura en esta casa. ¿Sabes? Cada paciente que entraba al psiquiátrico para mí tenía algo de mamá.
LETICIA.- Yo tuve que quedarme...
AMALIA.- ¿Fui una mala hermana?
LETICIA.- No, pero... Te fuiste así... ¿ te escapaste? como el día del zoológico
AMALIA. Decidí irme.
LETICIA.- Te arrastró hasta allá, al sur, tan lejos de mí. Yo lo odiaba.
AMALIA.- Me fui con él porque lo amaba y ya sabes porque....
LETICIA.- Mamá también sabía
AMALIA.- No tuve que explicar nada.
LETICIA.- Sabes que tenes la mirada de mamá.
AMALIA.- Sí ya me dijiste
LETICIA.- Cuando leí que venías a quedarte, sentí algo raro. Cuando te ví, me di cuenta porque... encontré la misma mirada.
Breve silencio.
AMALIA.- Pensé mucho antes de escribirte. Quería estar con vos antes que no pudiera darme cuenta que estaba con vos.
Leticia la mira sin entender
AMALIA.- (Sonríe) No entendes un carajo. (Seria) Yo me doy cuenta "Octubre" aparece cada vez mas seguido.
LETICIA.- Son los años. Quedan fijos los peores recuerdos, no se porque...
AMALIA.- Andrés quiso vivir cerca de la ruta. Amaba ese camión. Iba y venía, iba y venía... Hasta que un día no volvió más, me abandonó. Nos quedamos solos. Mi hijo quería tanto esa bicicleta, que se la compré. Lo demás ya lo sabes. A los dos me los llevó esa ruta. Por eso siempre la odié. No hace mucho empezé a perder el control, aparecen...y aparecen.... tantos años trabajando en ese hospital.. a lo mejor tenes razón y estoy loca... por eso volví, para estar con vos antes que ya no entendiera nada... En cuarenta años me escribiste dos veces, cada una avisaba una muerte. ¿Porqué?
LETICIA.- Ella no quería. Papá antes de morir dijo: "Avisale a Amalia".
AMALIA.- Por lo menos él fue feliz.
LETICIA.- ¿Cómo sabes?
AMALIA.- Nos escribíamos. Con esa mujer fue feliz.
LETICIA.- “No le avises a tu hermana, no quiero verla ahora ni que me vea después”
AMALIA.- Yo tampoco quería verla. Sufrí mucho por ella.
Breve silencio.
LETICIA.- ¿Vos sufriste? Yo me quedé acá. Una vez tuve una irritación, insistió en ponerme una crema.(Hace todos los gestos) Me abrió las piernas con fuerza “Que anduviste haciendo ". Nada mamá, no hice nada. Te tendría que poner mucha, ¡taponarte, cerrarte, clausurarte! ¡Que no pueda entrar ningún hombre! ¡Entendes, ninguno! ¡Después se van! Y salió dando un portazo. Y cumplí... ningún hombre...
AMALIA.- ¿Sos virgen?
LETICIA.- No. Hace unos años tuve que operarme de un fibroma. El médico me miró casi con lástima: "Señorita Oscuro vamos a operar, no hay peligro es benigno...
AMALIA.- ¿Entonces?
LETICIA.- Con ese tumor se fue mi virginidad.
AMALIA.- Pero... nunca...
LETICIA.- Tantos años que murió y todavía está en el medio de nosotras. Hiciste bien en irte.
AMALIA.- En el pueblo la gente se escapaba de mí. Como digo la verdad y a nadie le gusta escucharla.
LETICIA.- Es que decís las cosas de una forma
AMALIA.- En los últimos años no quería ver a nadie. Me salvó el tejido. Le hacía ropa a los chicos, en el pueblo hay mucha pobreza, los abrigué a casi todos. Me gusta tejer. Tejo muy bien. Y ya sabes eso entre el sexo y el tejido.
LETICIA.- No.
AMALIA.- Cuando se teje mucho hay insatisfacción sexual. Ahora digo yo
¿ De donde habrán sacado que lo viejos no tenemos ganas? ¿Qué no podemos? Lo que no tenemos es con quien. ¡Que contradicción! ¡ Cuando una mas sabe!...
Disculpame vos...
LETICIA.- ¿Empezás?
AMALIA.- Los viejos ya no pueden y los jóvenes, es lógico, no nos dan pelota.
Leticia no contesta.
AMALIA.- No me mires con esa cara. Decí algo.
LETICIA.- ¿Y qué queres que diga?
AMALIA.- Por lo menos. Arrepentite ¡Grita! ¡Putea!
LETICIA.- Ahora de vieja ¿para qué?
AMALIA.- No somos viejas, tenemos la experiencia... Bueno... quiero decir...
LETICIA.- Está bien, no te hagas problema...
AMALIA.- Cuando sos vieja te jubilas en todo.
LETICIA.- Así esta el mundo.
AMALIA.- Entonces hay que darlo vuelta ¡Carajo! Ponerlo pata para arriba.
LETICIA.- Los jóvenes se van a encargar
AMALIA.- Cuando los jóvenes terminen, si los dejan, nosotras ya vamos a estar reencarnadas en un sapo. (Grita) ¡A la vida hay que provocarla! ¡Hay que provocarla!
LETICIA.- No grites.
AMALIA.- ¡Pero deciles que si, que estoy loca! ¡Que nos importa! Igual nadie nos va a ayudar. (Seria) Sabes, estamos peor que esta mañana... El finado se llevó el fiado...
LETICIA.- ¡Ojo con las soluciones!
AMALIA.- Algo tenemos que inventar
LETICIA. Nos tenemos que ajustar más...
AMALIA.- ¡Más! La soga al cuello nos vamos a ajustar.
LETICIA.- No queda otra, estamos viejas, achacadas y llenas de manías.
AMALIA.- Yo todavía tengo la manía de vivir. ¡Los viejos todavía podemos!
LETICIA.- Hablando de manías, hace un rato largo que no te ahogas.
AMALIA.- Y vos que no llorás. Decime ¿ Ahora querés que me ahogue?
LETICIA.- Para que te des cuenta que todo es...
AMALIA.- Ya se todo es...¡ mierda me olvidé de nuevo...!
LETICIA.- Psicosomático.
AMALIA.- Eso. Pero yo, me ahogo.
LETICIA.- No empecemos de nuevo.
AMALIA.- Vos sacaste el tema
LETICIA.- Ahora vengo.
AMALIA.- Escapate, escapate. Dejame a mi sola pensando. Después no te quejes.
LETICIA.- Dije ahora vengo.
AMALIA.- Con el “ahora vengo”, no decís nada.
LETICIA.- ¿Y?
AMALIA.- Claro, hablaste demasiado. Por las dudas no salgas a la calle...
LETICIA.- No voy a la calle.
AMALIA.- A ver si se muere alguien más.
Leticia va a salir
AMALIA.- ¿ Vas al baño?
LETICIA.- (Irritada) ¡Si!.(Mas irritada) ¡Si!. Y sabes una cosa (Grita como liberada) ¡Me estoy meando!
AMALIA.- (Excitada) ¡Bien...Bien! ..Eso es ¡Grita! ¡Grita!
LETICIA.- Además. (Grita como liberada) ¡Qué carajo te importa donde voy!
AMALIA.- Tampoco te extralimites.
LETICIA.- (Firme) Amalia, ¡ me meo !
Leticia sale.
AMALIA.- (Sola)¡ Que forma de expresarse, es para competir conmigo, se está avivando demasiado me parece, pero a mi a guaranga no me va a ganar. No hay nada mas lindo que una buena puteada. No hay que callarse. Una puteada siempre alivia, reconforta. Por ejemplo, cuando se tienen ganas gritar un buen: "Andate a la mierda"
LETICIA.- (Entrando) ¿Porqué?
AMALIA.- A vos no.
LETICIA.- ¿Y a quién de las cuarenta personas que viven en esta casa se lo decías?
AMALIA.- ¡Ay!... Cuantos años pasaron...
LETICIA.- ¿Qué te agarró ahora?
AMALIA.- (canta alegre la canción folclórica) Cuacuacuacua..cuarenta y cuatro, cuacuacuacuarenta y cuatro.¿Te acordas? Cuacuacuacua...cuarenta y cuatro.. ¡Dale, dale! (La invita a cantar)
LETICIA.- ¿Qué cante?
AMALIA.- Si, dale, alegrate un poco,cantá. Cuacuacuacua... cuacuarenta y cuatro....
LAS DOS.- (Cantan) Cuacuacuacua...cuarenta y cuatro.
Cuacuacuacua...cuarenta y cuatro
Leticia baila y canta sola.
LETICIA.- Soltá el bastón..
Amalia no reacciona.
LETICIA.- Soltá el bastón. Vení a bailar... (Canta y baila) Cuacuacuacua...cuarenta y cuatro.
AMALIA.- Me duele la pierna.
LETICIA.- ¡Vení!
Amalia deja el bastón, se toma de Leticia y bailan cantando)
LETICIA.-(Mientras bailan) Sabes en el baño pensé
AMALIA.- Anda a hacer pis de nuevo.
Las dos siguen cantando y bailando)
AMALIA.- ¿ Qué pensaste?
LETICIA.- Tengo la solución.
AMALIA.- ¿Vos?
LETICIA.- Sabes tejer
AMALIA.- Sí.
LETICIA.- Yo se cocinar
AMALIA.- ¿Y?
LETICIA.- Vos haces ropa yo postres los vendemos y seguro llegamos a fin de mes. No decías que los viejos podemos...
AMALIA.- Claro que podemos ¡Carajo!
Ambas cantan y bailan
Las dos.- ¡Cua...cua...cua... cuarenta y cuatro
Cua...cua... cua...cuarenta y cuatro
Ambas bailando
AMALIA.- Pero... ¿No querías que me fuera?
LETICIA.- Vos querías irte.
AMALIA.- ¿Somos socias?
LETICIA.- Somos socias.
Las dos.- ¡ Cua...cua...cua...cuarenta y cuatro
Cua...cua...cua...cuarenta y cuatro
AMALIA:- Estás desafinando.
Siguen cantando y bailando.
LETICIA.- Y vos estas perdiendo el ritmo.
AMALIA.- Y vos seguís desafinando. (Ríe) Pareces un pato.
Las dos ríen mientras cantan y bailan.
LETICIA.- Bueno, paremos un poco, me falta el aire.
AMALIA.- ¡Ah no, querida! acá la única que se ahoga soy yo, buscate otra cosa.
LETICIA.- Te aviso que a vender salgo yo.
AMALIA.- ¡¿A ver porque!?
LETICIA.- Tenés unos modos.
AMALIA.- Y vos... Tan apocada, tan tímida.
LETICIA.- Ahora grito.
AMALIA.- Y yo dejé el bastón. ¡ A vender salgo yo!
LETICIA.- Te dije que yo
AMALIA.- Yo.
Suena el teléfono. Las dos se callan)
AMALIA.- Dejá que atiendo.
LETICIA.- Es Rosa
AMALIA.- ¿ Y qué?
LETICIA.- Mejor dejame atender a mí (Atiende el te.) Hola...si...estamos acá...conversando... si, estoy mejor.... ¡Tengo muchas novedades! ¿qué?... ...bueno...no se...gracias pero...no... No va a querer...sabes como es....
AMALIA.- ¿Quién yo?
LETICIA.- Espera... (A Amalia) ¡Si vos!... Nos invita a cenar a la casa... (Sin darle tiempo a contestar) Hola Rosa, gracias, no te enojes pero mejor llevo una ollita y nos das un poco...Sabes que a Amalia no le gusta salir....
Amalia le corta la comunicación. Leticia la mira y corta el te.)
LETICIA.- ¿Qué haces?
AMALIA.- Vamos a ir.
LETICIA.- Si la odias.
AMALIA.- ¿A Rosa? Yo...
LETICIA.- Desde que la viste.
AMALIA.- Me parece un encanto de chica. Vos no queres que sea su amiga.
LETICIA.- No querías ni que entrara
AMALIA.- Vos que metes sisaña entre las dos.
LETICIA.- ¿Yo? Mentira, si siempre dijiste que...
Suena el Te.
AMALIA.- Ahora, atendés, y aunque no te guste le decís a Rosa que vamos para allá.
LETICIA.- Pero después hablamos ¿eh? (Atiende) Hola, Rosa...se cortó. Bueno esta bien vamos las dos. Si Amalia también .. Si, si...sí... Gracias...(A Amalia) Está tan contenta, no lo puede creer y la verdad yo tampoco.
AMALIA.- Ni yo, ¿dijiste después hablamos?
LETICIA.- Sí ¿Y qué? Prometo hablar más y vos prometé no gritar.
AMALIA.- No hay que prometer lo que no vamos a cumplir.
LETICIA.- Los intentos también valen. ¿Somos socias o no? (Le alcanza el abrigo) ¿Vamos?
AMALIA.- ¿Adonde?
LETICIA.- ¿Cómo adonde? A cenar a la casa de Rosa.
Amalia se sienta.
LETICIA.- ¿Qué pasa ahora?
AMALIA.- ¿Vos pensas que voy a ir a la casa de esa? No la aguanto. Tenes cada idea. Ni loca que estuviera. ¡No voy!
LETICIA.- Dijiste que sí.
AMALIA.- ¿Yo?
LETICIA.- ¡Amalia, no empieces!
AMALIA.- ¡No voy.!
LETICIA.- (Grita) ¡Amalia!
AMALIA.- (Riendo) ¡Te asustaste, eh! (Se levanta) ¡Vamos, vamos!
LETICIA .- ¡Que graciosa sos! Mirá que ahora somos socias.
AMALIA.- (Poniéndose un abrigo) Bueno quien dice socias, dice gerenta y empleada.
(Saliendo de escena. Comienzan a discutir.)
LETICIA.- A sí ¿Y quien sería la empleada?
AMALIA.- (Con ironía) ¡ Tenés alguna duda!
LETICIA.- ¡De ninguna manera!
AMALIA.- ¿Vos querés que el negocio funcione?
(Hablando casi juntas)
LETICIA.- ¡ Claro que si, pero!...
AMALIA.- Entonces no discutamos....


FIN